domingo, 10 de junio de 2012

Presentación del libro 'Así se vence al demonio'




La posesión es uno de los fenómenos más desconcertantes en la actividad del demonio. La Iglesia procede con suma cautela antes de autorizar un exorcismo, y sólo concede la facultad de practicarlos a un número muy reducido de sacerdotes. No es fácil que hablen las víctimas, ni tampoco que los exorcistas cuenten su experiencia.

José María Zavala ha roto ambas barreras. Ofrece al lector el testimonio de quienes han sufrido esa devastadora invasión y de quienes les han librado de ella. Es una lucha singular que nos asoma de forma directa al abismo del mal y nos invita a no tomar a broma nada que tenga que ver con Lucifer ni con sus trampas: el satanismo, la hechicería, el espiritismo, la adivinación, la magia negra...

Frente a ese mundo de la oscuridad, Así se vence al demonio aporta un torrente de esperanza. Nos recuerda que el poder del diablo es inmenso frente al hombre aislado, pero se esfuma ante el nombre de Jesús y la realidad palpable del amor de Dios

3 comentarios:

  1. El libro está bien; sin embargo hay capítulos del mismo que no demuestran nada. Porque es muy complicado demostrar que una persona practica la brujería, y que dicha brujería es efectiva. En occidente no es delito la práctica de la brujería, aunque no es aconsejable meterse por semejantes bosques.
    Se echan de menos más informes de tipo profesional, médico; así como la comparación con otras religiones que también practican el exorcismo.
    Lo que resulta curioso, y muy extraño, son los síntomas que manifiestan las personas presuntamente poseidas; esa aversión hacia todo lo religioso, hacia las imágenes sagradas, la fuerza extraordinaria.

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  2. También resulta muy extraño otros síntomas de los presuntos posesos; las levitaciones, el mover el cuerpo como una serpiente; el ser capaces de levantar con una mano una mesa muy pesada...etc.
    No hay explicación racional para esos extraños fenómenos.
    Quizás haya que tener mucho cuidado para no caer en obsesiones, en fanatismo, y en pensar que toda enfermedad mental es obra del diablo.
    Pero, la estrategia del diablo es hacer creer que no existe.

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  3. También se echan de menos más informes de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, en España acerca de estos fenómenos. Seguro que saben mucho sobre estos temas; porque les habrán llamado más de una vez por teléfono contándoles que en una casa determinada se producen fenómenos extraños.
    Pero, tal vez por un gran sentido del ridículo no se atreven a escribir libros sobre casas encantadas o poseidas.

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